Nunca jamás me sentí tan pequeño como el día que ocupé tus
sueños,
Esos de los ojos abiertos cuando el mundo estaba durmiendo
Cuando el sol no quería salir porque había pasado la noche
sin ti
Infinita ingenuidad, de tan grande es demencial.
No detecto una señal, nunca encontraré un lugar donde al fin
me entienda
Siguiendo la estela que deja el cometa que va donde digan
tus labios…
Así me perdí en tu universo, de noches fugaces y días
extraños.
No volveré a hacerlo más, no he encontrado respuestas
Y si no regreso jamás y este ruido no cesa
Mundos que van a estallar, si mi vida está opuesta
Y yo ya no puedo hacer más, si este mar siempre resta.
Llegamos a ese punto de la vida en que las canciones no
tienen destinatario. Donde los suspiros terminaron por ser silenciados y solo
queda el eco de tus palabras retumbando.
El tiempo va caminando y siempre será imposible de alcanzar.
Como uno mismo.
Tal vez sean solo sueños, tal vez sean noches donde no
duermo, tal vez sean metas que nos alejan, pero mañana todo será diferente.
Llega el momento de ser individual, de buscar un destino,
una salida, un futuro… de encontrar nuestra vida.
Te llevaré conmigo a todos lados, soñando con el tacto de
tus manos. Y también con tu sonrisa, pero no hay prisa por volverte a ver, aún
mi corazón bombea sangre que tengo que aprovechar con cada intento de llegar a
ser quien soy. Y hoy… tan solo recordar que vivir un día más significa tener
uno menos.
Así que ha disfrutar, chico de los ojos verdes.
Esto va para ti, Fran.